Comer es bueno, es una necesidad la cual debemos aplacar todos los días con nuestras cinco comidas diarias, pero no siempre debemos comer de todo, o todo lo que queramos ya que hay tipos de alimentos los cuales pueden afectar y dañar al organismo.
Hoy en concreto nos podemos basar en un estudio realizado por La Universidad de Montreal, el cual nos aporta información interesante sobre aquellos alimentos que afectan a nuestro cerebro y a sus funciones.
Presentamos ahora unos ejemplos, entre muchos otros, y sus consecuencias:
– Comida rápida: puede producir tanto ansiedad y depresión como nos puede afectar al aprendizaje, o a la memoria.
– Comida frita: la cual destruye de forma lenta las células nerviosas del organismo.
– Productos azucarados: pueden producir en largos plazos problemas neurológicos.
– Alcohol: que aparte de provocar problemas de riñones también provoca casos de pérdida de memoria a largo plazo.
Como conclusión, extraemos que lo que perdure nuestro cerebro sin problemas de memoria o aprendizaje solo depende de nosotros mismo y no solo de los riesgos alimenticios a los que le queramos someter.