Leche con cereales y frutos secos: conocida popularmente como la vitamina del ánimo, la vitamina B1 o tiamina es necesaria para que el cerebro produzca serotonina (neurotransmisor), relacionado en gran medida con el estado de ánimo. Los lácteos, cereales integrales y frutos secos son alimentos ricos en esta vitamina.
Arándanos, fresas, te, nueces y salmón:
Estudios recientes de la Universidad autónoma de México demuestran que estos alimentos tienen algo en común: un sabor muy similar al ácido valproico. Este ácido es la base de un medicamento antiepiléptico que se usa también para suavizar los cambios de humor de personas con trastornos maníaco depresivos y trastorno bipolar.
Helado de chocolate: Este delicioso alimento, según la Universidad de Maryland, contiene el aminoácido triptófano encargado de calmar y reducir la agresividad del individuo, aumentando la producción de serotonina, también conocida como la hormona del bienestar.
Frutas y verduras: La revista Journal of Health Psychology afirma que aquellos días en los que comemos más frutas y verduras nuestro estado de ánimo mejora y nos sentimos más felices y relajados. Este estudio, además, indica que la gente joven debería comer entre 7 y 8 piezas de fruta y verdura al día.
Algas marinas: son ricas en iodina, un nutriente esencial del organismo que se requiere para el funcionamiento del tiroides y cuyo déficit causa cansancio y depresión.