Según un estudio realizado por el investigador James Joseph, de la Universidad de Tufts (Boston), incorporando nueces a nuestra dieta podemos frenar el envejecimiento del cerebro y mantener casi intactas nuestras funciones cognitivas y motoras a pesar del paso del tiempo.
Esto se debe a que las nueces contienen ácido alfa-linoleico, que es un ácido graso omega 3, y otros polifenoles, que actúan como antioxidantes. Todos estos compuestos libran una batalla en nuestro cerebro contra los llamados radicales libres, que causan inflamación y daños a las neuronas. Además, sus resultados indican que las nueces también potencian la comunicación neuronal y fomentan el crecimiento de nuevas células nerviosas.
Además, también aumentan la «esperanza de salud» en edades avanzadas y nos proporcionan un «dividendo de longevidad», retrasando las enfermedades degenerativas.